jueves, 1 de abril de 2010

2.2.3 ESTRATEGIAS DE RECOGIDA DE DATOS

ESTRATEGIAS DE RECOGIDA DE DATOS

1. INTRODUCCIÓN.

Para llevar a cabo un trabajo de investigación el investigador cuenta con gran variedad de métodos para diseñar un plan de recolección de datos. Tales métodos varían de acuerdo con cuatro dimensiones importantes: estructura, confiabilidad, injerencia del investigador y objetividad. La presencia de estas dimensiones se reduce al mínimo en los estudios cualitativos, mientras que adquieren suma importancia en los trabajos cuantitativos, no obstante el investigador a menudo tiene la posibilidad de adaptar la estrategia a sus necesidades. Cuando la investigación está altamente estructurada, a menudo se utilizan instrumentos o herramientas para la recolección formal de datos.
Los métodos de observación son técnicas que permiten obtener datos mediante la observación directa del fenómeno, sin embargo, estos fenómenos se encuentran supeditados a una serie de sesgos atribuibles al observador y pueden inducir al sujeto a alterar su comportamiento.
Una vez que el investigador decide que información requiere y el método para recolectarla, deberá localizar instrumentos de medición de las variables que sean disponibles y que pueda emplear o adaptar a sus fines. La selección de los instrumentos existentes debe siempre basarse en su conveniencia conceptual, la expectativa de resultados de calidad, costo, adecuación a la población en estudio y reputación. Antes de poner en práctica el plan deben elaborarse protocolos, formas de recolección de datos y procedimientos para el manejo de los mismos.

2. LA RECOGIDA DE DATOS EN EL PROCESO DE INVESTIGACIÓN
Recoger datos no es sino reducir de modo intencionado y sistemático, mediante el empleo de nuestros sentidos o de un instrumento mediador, la realidad natural y com¬pleja que pretendemos estudiar a una representación o modelo que nos resulte más com¬prensible y fácil de tratar. Es, por tanto, un proceso por el que se elaboran o estructurar, en mayor o menor grado determinados objetos, hechos, conductas, fenómenos, etc.
El dato que se obtiene como consecuencia de ese proceso es una elaboración, un ente inseparable de la estrategia seguida para recogerlo. Los datos no existen con inde¬pendencia del procedimiento y/o el sujeto que los recoge y, por supuesto, de la finalidad que se persiga al recogerlos.
Parece evidente, pues, que el desarrollo del proceso de recogida de datos no puede separarse de las cuestiones que nos preocupan en un proceso de investigación, del contexto en que éste se desarrolla y, sobre todo, de nuestra condición de persona. Lo que da valor a los datos que se recogen es la actitud y la conducta de quien realiza el proceso de investigación, mientras que las técnicas que utiliza no son sino el reflejo de su predisposición y de su actuación en dicho proceso. El problema de cómo acercarnos a una situación social es el problema de cómo pensamos y sentimos esa situación, y de cómo nuestra propia visión de las cosas afecta a la recogida de los datos.
Los ojos y los oídos son los instrumentos fundamentales de los que deben balarse quienes realizan una investigación cualitativa. Les permiten contrastar una realidad por sí mismos. Los demás procedimientos no son sino mediadores entre el especialista y los hechos que pretenden recogerse.
En este sentido, la primera preocupación debe ser la de educar nuestra per¬cepción para que sea selectiva al acercarse a la información de interés y la de habituar¬nos a retener esa información. Dicho de otro modo, la recogida de datos comienza cuan¬do somos capaces de comparar situaciones, captar contradicciones y diferencias, escu¬char las distintas opiniones sobre un problema por nosotros mismos. A partir de ese momento, la construcción o aplicación de procedimientos más o menos estructurados rara recoger datos resultará más productiva: estará guiada por nuestras percepciones iniciales. ¿Qué procedimientos, más o menos estructurados, pueden complementar nuestra recogida inicial de datos?
El problema objeto de nuestro estudio, el marco de referencia teórico experiencia desde el que se sitúa ese problema y nuestro primer contacto con el campo (entorno natural en que se desarrolla la acción), puede ayudarnos a establecer una serie de cuestiones que serán nuestra guía para la posterior recogida de datos.
Salvo en procesos de investigación en los que se pretende explorar situaciones sobre las que carecemos de cualquier tipo de información, los datos no se recogen a ciegas sino teniendo presente el tipo de información que se necesita en cada momento del estudio y con qué finalidad se va a recoger. "Hablemos de una sola clase o incluso de un solo individuo ¿podrías (...) registrarlo todo?" (Wolcott, 1986: 18).
Como consecuencia de lo anterior, antes de seleccionar uno o varios procedi¬mientos de recogida de datos para un estudio parece pertinente responder a cuestiones como: ¿qué tipo de información persigo?, ¿cómo pretendo recogerla?, ¿en qué forma va a quedar registrada?
Supongamos que deseo conocer el proceso de integración escolar en un aula y que la pregunta a responder es la siguiente: ¿en qué ocupan su tiempo los niños integrados?, O también, ¿en qué actividades, tareas o juegos se hallan implicados? Si para res¬ponder a estas preguntas pretendo apoyarme en la información que pueden proporcionarme mis propias percepciones y mi particular manera de interpretar las cosas, la observación es el método apropiado para recoger los datos. En cambio, si la respuesta a la pegunta está condicionada a la información que solicito de otra persona, la entrevista o el cuestionario me ayudarán mejor a recoger los datos.

Como puede verse en el cuadro 7.2, los diferentes procedimientos y técnicas ce investigación permiten recoger datos desde el sistema perceptual e interpretativo del investigador, solicitar información desde la perspectiva de los participantes, contrastar la perspectiva que sobre un problema tiene el investigador a partir de las opiniones y juicios de los participantes en el estudio o utilizar al propio investigador o a las partici¬pantes como fuentes de información sobre sí mismos en el desempeño de determinad-tareas en un contexto determinado.




Cuadro 7.2: Clasificación de los procedimientos y técnicas de recogida de datos según quiénes solicitan aportan la información.


Los procedimientos y métodos de observación y encuesta con mayor nivel de estructuración (v.g. entrevistas estructuradas, listas de control, sistemas de signos, sis¬temas de categorías) permiten recoger y contrastar información utilizando como esque¬ma de referencia la propia interpretación del investigador. En cambio, los procedimien¬tos y métodos con un nivel más bajo de estructuración (v.g. entrevistas no estructuradas o etnográficas, diarios, técnicas de grupo, etc.) facilitan la recogida de información to¬mando como referencia el esquema de significados que proporcionan aquéllos que aportan la información.

Concretemos algo más la pregunta anterior con otras cuestiones alternativas: 1) en una sesión de clase, ¿con qué frecuencia atiende el profesor a un niño integrado?; 2) ¿el niño integrado solicita ayuda del profesor?; 3) ¿en qué grado aceptan los com¬pañeros al niño deficiente?; 4) en la clase de hoy, ¿cómo se ha enseñado a los deficien¬tes el concepto de número?; 5) ¿qué percepción tiene el profesor de lo ocurrido esta mañana en el aula?; 6) ¿qué ha ocurrido esta mañana en la clase de integración? Todas estas preguntas pueden contestarse acudiendo a datos proporcionados por la observa¬ción, sin embargo, cada una de ellas se adecúa preferentemente a un sistema distinto: la primera a un sistema de categorías, la segunda a una lista de control, la tercera a una escala de estimación, la cuarta a una observación descriptiva, la quinta a un diario y la sexta a un sistema tecnológico (una grabación en audio y/o vídeo).
Como puede verse en el cuadro 7.3, los procedimientos y técnicas de recogida de datos pueden adaptarse a los objetivos que se fija el especialista. En la construcción de muchos de estos procedimientos y técnicas es, precisamente, la intencionalidad de quien hace la investigación la que determina su carácter más o menos estructurado o el grado en que se guía la respuesta de los sujetos. Así, podemos encontrar que un mismo procedimiento puede utilizarse para describir una situación, contrastar una explicación o modelo, interpretar lo que otros piensan o hacen , analizar la conducta o las creencias de investigadores o participantes o ayudar a que las personas implicadas en una investigación tomen conciencia de un problema o de sus posibles vías de solución.



Cuadro 7.3: Clasificación de los procedimientos y técnicas de recogida de datos según los objetivos establecidos por el investigador.
Podemos complicar aún más las cuestiones anteriores y preguntarnos además si estamos dispuestos a recoger datos implicándonos en mayor o menor grado en la situación observada, de modo que nuestra observación se sitúe en el continuo participante- no participante (ver cuadro 7.4).
Imaginemos un planteamiento similar en el caso de que se solicite información de otros para responder a nuestras preguntas. De nuevo las metas que se persiguen en i investigación y las cuestiones a considerar van a precisar una recogida de datos a través de cuestionarios, entrevistas o escalas de diferente formato, con declaraciones o utas también diversas. También, nuevamente, el tipo de información que recojamos estará determinada por el rol que se asuma, el investigador irá a contrastar en otros (colaboradores, sujetos) su interpretación del problema, introduciendo para ello propios conceptos; el participante tratará de negociar significados, los conceptos.



Cuadro 7.4: Clasificación de los procedimientos y técnicas según el grado de implicación del especialista en la recogida de datos.
van emergiendo del intercambio de datos con los demás participantes; de igual modo la información se verá afectada por el rol que se asuma.
Lo importante en cualquier caso es que el investigador y los participantes, sobre todo en los diseños elaborados desde un enfoque de investigación-acción, sean cons¬cientes de los roles que pueden plantearse en la investigación y de) papel que determi¬nados procedimientos y métodos de recogida de datos pueden jugar para perfilarlos o para desdibujarlos; y, de igual modo, hay que tener en cuenta que la elección de un de¬terminado procedimiento de recogida de datos puede favorecer la presencia de ciertos roles en el trabajo de campo y el establecimiento de un determinado status para inves¬tigadores y participantes.
Pero además no basta con recoger información. Ésta ha de quedar registrada de modo que permita una revisión y un análisis posterior por parte de investigadores y/o participantes. Según el foco de interés del estudio, el registro puede cobrar formas muy diferentes (ver cuadro 7.5).



Cuadro 7.5: Clasificación de los procedimientos y técnicas según el modo en que se registra la información recogida.

Los registros anecdóticos pueden permitirnos conservar fragmentos de escenas Significativas de la clase, aunando la descripción del hecho con su interpretación. Si se pretende, en cambio, hacer una descripción momento a momento de los acontecimiento que tienen lugar en el contexto más amplio de una institución educativa o en el más limitado de una clase, el registro detallado de esos acontecimientos mediante las notas de campo pueden sernos de mayor utilidad. De igual modo, la transcripción completa de una entrevista o de sus partes más significativas, ofrece al investigador una información crucial para validar las hipótesis de su estudio. Por otra parte, los sistemas tecnológicos resultan más adecuados si lo que pretendemos es un registro de carácter permanente que sitúe los acontecimientos de la clase dentro de un continuo de sonido magnetófono, de imagen (fotografía) o de ambos a la vez (vídeo). Este último medio, resulta un excelente soporte para registrar la realidad analizada como un todo en movimiento. Fácilmente manipulables se adecúan a fines diversos en un proceso de investigación incluso cuando lo registrado se utiliza como base para plantear una entrevista, puede aportar nuevos datos al investigador sobre el problema de investigación.


CUESTIONARIO
SELECCIÓN Y MUESTREO

Instrucciones: En la primera parte del cuestionario hallarás preguntas abiertas, en la segunda parte subraya la respuesta que consideres correcta y, en la tercera, relaciona los conceptos con su descripción.


1. ¿Qué entiendes por selección de informantes?


2. ¿Quiénes son los informantes clave?


3. Cuáles son los dos grupos de estrategias según Goetz y LeCompte utilizados para la selección de informantes
a) selección por cuotas, selección exhaustiva
b) casos típicos-ideal, muestreo teórico

4. ¿Cuál es la estrategia utilizada en la selección de casos típico-ideal?
a) La selección basada en el caso ideal-típico puede definirse, por tanto, como un procedimiento en el que el investigador idea el perfil del caso mejor, más eficaz o más deseablede una población y, posteriormente, encuentra un caso del mundo real que se ajusta a aquél de forma óptima.
b) Se trata de una estrategia de selección netamente secuencial y vinculada al desa¬rrollo de la fase de interpretación de los datos en una investigación.


5. Coloca en el paréntesis el número que corresponda a la descripción.

( ) Es, precisamente, el criterio para juzgar cuándo debe detenerse el proceso de selección de los diferentes grupos o informantes que tienen que ver con una categoría de análisis.

1.saturación teórica
2.casos múltiples
3.lógica de replicación

6. Coloca en el paréntesis el número que corresponda a la descripción.

( ) Aquí los sujetos que forman parte de la muestra no fueron seleccionados independientemente unos de otros
( ) La conducta de los seres humanos es producto de múltiples causas y, por lo común, nunca se puede atribuir a una sola
( ) Se usa cuando se poseen dos muestras aleatorias independientes una de otra, dos grupos diferentes
( ) En el primer caso, el diseño se asemeja al de dos muestras independientes, pero se cuenta con varios grupos para establecer comparaciones, mientras que en el diseño de dos muestras independientes, solamente se cuenta con dos grupos.
( ) Se utiliza principalmente en estudios descripti¬vos o exploratorios,

1. Diseño de una sola muestra
2. Diseño de dos muestras independientes
3. Diseño de dos muestras relacionadas
4. Diseño de más de dos muestras independientes o relacionadas
5. Diseño factorial

CUESTIONARIO ESTRATEGIAS DE RECOGIDA DE DATOS

Instrucciones: En la primera parte del cuestionario hallarás preguntas abiertas, en la segunda parte subraya la respuesta que consideres correcta y, en la tercera, relaciona los conceptos con su descripción.


7. ¿cual es la definición del proceso de recogida de datos?

8. ¿Qué es lo que da valor a los datos que se recogen?

9. la información se recoge a partir de

a) La forma en que el in¬vestigador percibe e interpreta la realidad - La perspectiva de los demás participantes en la investigación

b) La forma en que el investigador no percibe y no interpreta la realidad – la perspectiva de los demás participantes en la no investigación.

10. cual es el procedimiento que facilita la recogida de datos?

a) Los procedimientos y métodos de observación y encuesta con mayor nivel de estructuración (v.g. entrevistas estructuradas, listas de control, sistemas de signos, sis¬temas de categorías) permiten recoger y contrastar información utilizando como esque¬ma de referencia la propia interpretación del investigador.

b) los procedimien¬tos y métodos con un nivel más bajo de estructuración (v.g. Entrevistas no estructuradas o etnográficas, diarios, técnicas de grupo, etc.) facilitan la recogida de información to¬mando como referencia el esquema de significados que proporcionan aquéllos que aportan la información.

11. Relaciona las columnas con las letras correctas
a) objetivos
b) procedimientos y técnicas


( ) Cuestionarios, observación no estructurada, entrevista no estructurada, escala, inventarios...
( ) Ayudar a que otros tomen conciencia
( ) Diario, documento, biografía, entrevista no estructura¬da, historia de vida
( ) Contrastar una explicación

12. relaciona las columnas con las letras correctas

a. finalidad del registro
b. procedimientos y técnicas

( ) Conservar con todo detalle toda la información
( ) Diario, incidentes críticos, registro de mues¬tras, notas de campo
( ) Conservar lo significativo
( ) Notas de campo, transcripciones de entrevistas

2.2.2 SELECCIÓN Y MUESTREO

SELECCIÓN Y MUESTREO

INTRODUCCIÓN

En las actividades de investigación científica y tecnológica es muy útil el empleo de muestras. El análisis de una muestra permite inferir conclusiones susceptibles de generalización a la población de estudio con cierto grado de certeza (Holguin y Hayashi, 1993).
Al desarrollar un proyecto de investigación “el total de observaciones en las cuales se esta interesado, sea su número finito o infinito, constituye lo que se llama una población,” (Walpole y Myers, 1996, p. 203). La muestra es una pequeña parte de la población estudiada. La muestra debe caracterizarse por ser representativa de la población.
De acuerdo con Briones (1995) “una muestra es representativa cuando reproduce las distribuciones y los valores de las diferentes características de la población..., con márgenes de error calculables,” (p. 83).
Los anteriores conceptos reflejan que al analizar una muestra se esta aplicando la inferencia estadística con el propósito de “... conocer clases numerosas de objetos, personas o eventos a partir de otras relativamente pequeñas, compuestas por los mismos elementos,” (Glass y Stanley, 1994, p. 241). En términos generales la información que arroja el análisis de una muestra es mas exacta incluso que la que pudiera arrojar el estudio de la población completa.

1. SELECCIÓN DE INFORMANTES

La selección de las personas que facilitan al investigador la información nece¬saria para comprender el significado y las actuaciones que se desarrollan en determina¬do contexto tiene, en la investigación cualitativa, unas características claramente diferenciadoras. Este proceso no se basa-como en otros enfoques de investigación- en el supuesto de que todos los miembros de una población dada tienen el mismo valor como fuentes de información y, por tanto, la elección de alguno de ellos es mera cuestión de azar. Los informantes considerados en una investigación cualitativa se eligen porque cumplen ciertos requisitos que, en el mismo contexto educativo o en la misma po¬blación, no cumplen otros miembros del grupo o comunidad. Lo que se cuestiona, por unto, es la idea misma de población, de grupo indiferenciado de personas con unas características definitorias comunes.
Frente al muestreo probabilístico la investigación cualitativa propone estrategias de selección de informantes que suponen una selección deliberada e intencional. Las personas o grupos no se seleccionan al azar para completar una muestra de tamaño n, se eligen uno a uno de acuerdo con el grado en que se ajustan a los criterios o atributos establecidos por el investigador. Incluso, en algunos estudios se elige a una sola persona o institución como caso y, desde luego, nunca a partir de una tabla de números aleatorios.
La selección de informantes tiene en la investigación cualitativa, con la ex¬cepción de algunos estudios de caso único, un carácter dinámico. Es decir, el proceso de selección de informantes no se interrumpe sino que continúa a lo largo de toda la inves¬tigación, valiéndose de estrategias diferentes según el tipo de información que se necesita en cada momento. Como consecuencia, este tipo de selección de informantes también puede definirse como fásico, dado que su desarrollo tiene lugar en más de una etapa o momento de la investigación. Y, por ende, se trata de un proceso secuencial, que comienza generalmente asociado con la elección de fenómenos que resultan prioritarios para continuar vinculado al estudio de fenómenos que emergen continuamente a lo largo de la investigación.
Por las características ya apuntadas puede deducirse que la selección de infor¬mantes en la investigación cualitativa no responde a un esquema o plan de acción fijado de antemano, más bien es fruto del propio proceso que se genera con el acceso al campo del investigador. Se trata de un procedimiento a posteriori que se va definiendo con el propio desarrollo del estudio. Igualmente, este tipo de selección se caracteriza porque realiza un proceso de contrastación continua, en el que los datos aportados por uno o varios informantes se replican a partir de la información que proporcionan los nuevos grupos o personas seleccionados.

1.1. CONOCER A LOS INFORMANTES Y DEFINIR UNA ESTRATEGIA DE SELECCIÓN

Cuando el investigador inicia un proceso de acceso al campo, una de las prime¬ras actuaciones en ese proceso está dirigida a identificar y caracterizar a los individuos y grupos que forman parte de un contexto dado. Le interesa conocer quiénes son las personas que conviven e interactúan en el marco de una clase, una institución o una comunidad dadas, cuáles sus ocupaciones, a qué ideas y perspectivas responden sus actuaciones y, desde luego, cuál es su modo de entender los fenómenos y hechos a los que están vinculados. Para ello, como ya se ha analizado en el capítulo VI, el investiga¬dor utiliza procedimientos como el vagabundeo o la construcción de mapas sociales, espaciales y temporales.
Seleccionar a los informantes de su estudio no resulta una tarea fácil. Unos, por ejemplo los tratantes de extraños, parecen saber más de lo que realmente conocen de una escenario, incluso no tienen acceso a informaciones fundamentales para entender determinados hechos y modos de comportamiento. Es probable que el investigador se apoye en ellos para conocer a otros miembros más relevantes del grupo o institución. Otros, sólo pueden aportarnos una información muy general, posiblemente la misma que darían a cualquier persona en una situación de encuesta. Seguramente el investiga¬dor los utilizará si desea administrar algún instrumento para recoger información de carácter general -un cuestionario o una entrevista estructurada-. Un tercer grupo, menos numeroso estará formado por personas que conozcan bien la institución o la cultura estudiadas; algunos de ellos es posible que lleguen a ser colaboradores del investigador. Finalmente, el investigador buscará identificar a los «informantes-clave», aquellos miembros que destacan por su conocimiento en profundidad del contexto estudiado. Identificarlos no será fácil y requerirá no poco tiempo y esfuerzo por parte del inves¬tigador.
La selección de informantes puede definirse, por tanto, como una tarea continua¬da en la que se ponen en juego diferentes estrategias conducentes a determinar cuáles son las personas o grupos que, en cada momento del trabajo de campo, pueden aportar la información más relevante a los propósitos de la investigación.
Dos son los grupos generales de estrategias utilizadas para seleccionar a los in¬formantes (Goetz y LeCompte, 1988). En un primer grupo, cabría incluir aquellas estrategias que permiten localizar un grupo o escenario inicial que estudiar o que hacen posible la selección de ciertos elementos considerados relevantes en las primeras fases de la investigación. Dentro de este primer grupo de estrategias cabe incluir la selección exhaustiva, la selección por cuotas, la selección por redes y la selección de casos ex¬tremos, casos únicos, casos reputados, casos ideal-típicos o casos guía y casos compa¬rables. En un segundo grupo, podría encerrarse un tipo de estrategias netamente progre¬sivas y secuenciales, tales como la selección de casos negativos, la selección de casos discrepantes, el muestreo teórico y la selección y comparación de casos para la com¬probación de implicaciones teóricas.
Dada la excelente revisión que de estas estrategias se realiza en la citada obra de Goetz y LeCompte (1988: 98-103), en este capítulo vamos a centrarnos en la revisión si profundidad de dos de las estrategias citadas que nos parecen especialmente relevantes: la selección de casos típicos-ideal y el muestreo teórico.

1.2. LA SELECCIÓN DE CASOS TÍPICO-IDEAL

Se trata de un procedimiento muy útil en la selección de los informante-claves en una investigación. Como cualquier estrategia de selección, intencional o deliberada, requiere el desarrollo de un perfil de los atributos esenciales que debe cumplir el sujeto a elegir y la búsqueda de una unidad que se adapte a ese perfil. No obstante, la definición de esos atributos tiene un carácter claramente selectivo o diferenciador en la persona seleccionada: sólo un sujeto, el ideal, responde a los requisitos exigidos por el investigador. La selección basada en el caso ideal-típico puede definirse, por tanto, como un procedimiento en el que el investigador idea el perfil del caso mejor, más eficaz o más deseablede una población y, posteriormente, encuentra un caso del mundo real que se ajusta a aquél de forma óptima" (Goetz y LeCompte, 1988: 102). Una variante de la selección típica-ideal fue utilizada por Tikunoff y otros (1975) en su elección de 20 profesoress de escuela elemental que demostraron ser los más eficaces en la enseñanza de lectura y matemáticas. Otros autores como Hanna (1982) y Warren (1982) también han ensayado, aunque con suertes distintas, este procedimiento.
La ventaja de utilizar esta estrategia es que permite considerar la interrelación de un gran número de variables (rasgos), entre unas cuantas personas, que pueden resultar seleccionadas, en lugar de incidir sobre unas pocas variables predeterminadas en una población amplia poblacion (Agar, 1980). Esta estrategia de selección, por razones obvias, exige del Investigador un exhaustivo conocimiento de los posibles candidatos y de las circunstancias asociadas a su pertenencia a un grupo o institución. De igual modo, el investigador debe conocer los rasgos básicos que caracterizan a cualquier informante-clave el modo en que la carencia de alguno de ellos puede afectar al ulterior desarrollo de su estudio.
La selección del caso ideal-típico está también inevitablemente vinculada al proceso de investigación y, por ende, al diseño de la misma. Esta estrategia suele utilizarse en diseño de estudios de caso único, en los que la recogida de la información pivota de forma casi exclusiva en torno a un informante-clave. Las exigencias de tiempo y constancia precisas para completar la información que requiere el investigador, junto con el valor de los datos que aporta hace de este tipo de informantes "ejemplares únicos" en cualquier contexto de investigación.
1.2.1. La definición de atributos
El proceso de selección del caso ideal-típico comienza con la definición por el investigador de los atributos que definen el perfil ideal del informante-clave que se busca. Desde diferentes perspectivas se han apuntado algunos de los rasgos que per¬miten dibujar el "retrato robot" del buen informante. Así, Spradley (1979) establece unos requisitos mínimos que debe cumplir todo buen informante: profunda inculturización, es decir, el conocimiento exhaustivo, rutinario de una cultura; implicación actua¬lizada del informante en su cultura; y su carácter no analítico, o sea, su capacidad para utilizar términos y expresiones heurísticas no dimanadas de clasificaciones o categorías sociológicas. Junto a estos requisitos, con frecuencia se señala la necesidad de que el informante se halle verdaderamente interesado por el estudio (Agar, 1980), en una ac¬titud de "buena voluntad" para proporcionar información al investigador y con ca¬pacidad suficiente para transmitir verbalmente información cultural (Pelto y Pello. 1978). Pero, además, es necesario que el informante cuente con el tiempo libre suficien¬te para poder recoger, retener y transmitir información (Spradley, 1979; Agar, 1980).
En un estudio ya citado acerca de las teorías de los profesores sobre la evalua¬ción educativa (García Jiménez, 1991), en el que se utilizó esta estrategia para la selec¬ción de informantes-clave entre los profesores de un centro de enseñanza primaria, se apuntaron como rasgos básicos a estudiar: el número de años de experiencia en el cen¬tro como profesor del curso y/o materia que en ese momento estaba impartiendo; el grado de rutina que demostrara poseer en las tareas relacionadas con la evaluación de la enseñanza; el proceso que había seguido para desarrollar su conocimiento práctico acerca de la evaluación de la enseñanza; la capacidad del informante para realizar una descripción detallada del proceso evaluativo empleado; el grado en que utilizaba un lenguaje jalonado de elementos genuinos sobre la evaluación, generando términos y modelos heurísticos; la influencia que, sobre las actuaciones valorativas cotidianas y los acontecimientos evaluativos extraordinarios (exámenes), tienen el conocimiento práctico que posee el profesor sobre la evaluación de la enseñanza; la cantidad de tiem¬po libre de que disponía cada profesor; el modo en que lo veían sus compañeros en un plano personal y profesional; y, por las propias impresiones afectivas del investigador. Todos estos aspectos fueron analizados por el investigador según una relación directa, por ejemplo, a mayor grado de rutina en las tareas evaluativas o más tiempo libre, mejor informante. Pero este autor también planteó una relación inversa: a mayor nivel de preocupación demostrado hacia el proceso evaluativo menor calidad del informante. Otros autores también se han valido de atributos similares para seleccionar infor¬mantes-clave. Así, Yinger (1977) utilizó cuatro criterios como guías para buscar un participante en su estudio: en primer lugar, el profesor debía tener experiencia docente: en segundo lugar, se prefería a un profesor que hiciera una planificación abierta; también se tuvo en cuenta que fuera considerado un buen profesor por sus compañeros y •5 profesionales; y por último, el profesor debía trabajar en una clase que no estuviera compartida con otros docentes. Conners (1978) observó dos criterios para seleccionar los profesores que, de un modo voluntario, colaboraron en su trabajo: el que hubiesen recibido al menos un año de psicología educativa en sus programas de formación que tuviesen al menos dos años de experiencia docente. Este último criterio también fue seguido por otros investigadores (Woodlinger, 1980; Shroyer, 1981).
1.2.2. Buscar el caso típico-ideal
En una fase subsiguiente de esta estrategia de selección, el investigador intenta datos que le permitan conocer a los miembros de un grupo o institución y comprobar el grado en que se ajustan al modelo previamente definido. Las descripciones que otros informantes, las propias manifestaciones de la posible informantes-clave y a la apreciación del investigador son los datos que sirven de base para la selección. En el estudio de García Jiménez (1991) fueron entrevistados todos los profesores del centro en que se desarrolla su investigación y que impartían clases en el entonces denominado ciclo superior de la EGB (6°, 7° y 8° cursos). Las entrevistas, de entre media y una hora de duración, fueron analizadas siguiendo los criterios ya señalados, y se obtuvo un perfil de los profesores que recogía los aspectos más destacados de cada ellos. La valoración de dichos perfiles se realizó por el propio investigador, oída la opinión del director del colegio, ayudado por un experto.
Si un director tiene que seleccionar sólo un número muy reducido de profesores excepcionales, seguramente elegirá aquellos a quienes respalda suficiente evidencia. Sus elegidos -los profesores que separa con orgullo- pueden ser objeto atractivo de estudio si deseamos aprender algo sobre la enseñanza de aquellos que tienen la reputación de practicarla con gran habilidad (Jackson, 1975:141).
Es comprensible que determinados atributos tengan un mayor peso en la elección que otros. Así, el que los informantes tengan un profundo conocimiento del contexto educativo estudiado y de la problemática abordada, junto con la disponibilidad de tiempo el interés que demuestra por la investigación resultan determinantes. Para ayudar a la selección del informante-clave, pueden utilizarse matrices o cuadros en los que se sitúa la información relativa a cada uno de los atributos extraídas diferentes fuentes frente a los nombres de los informantes. El análisis comparativo simultáneo de todos los candidatos facilita la valoración de las ventajas e inconvenientes de la elección.
Pero como ya se ha comentado anteriormente, la selección de informantes es un proceso continuado. En ocasiones, el investigador puede recurrir inicialmente a varios informantes-clave antes de decidir cuál de ellos es el que mejor representa a los atributos del modelo previamente definido. Precisamente el trabajo junto con estos informantes ayudara al progresivamente las cualidades de cada ellos y a seleccionar el caso ideal-típico.


1.3. El muestreo teórico

Se trata de una estrategia de selección netamente secuencial y vinculada al desa¬rrollo de la fase de interpretación de los datos en una investigación. De hecho, el mues-treo teórico es un procedimiento propuesto desde el método sociológico de investi¬gación y asociado a la idea de generación de teoría fundamentada o teoría apoyada en los datos (Glaser y Strauss, 1967). En realidad, lo que con esta estrategia se persigue es identificar información -los informantes concretos quedan relegados a un segundo pla¬no- que permita contrastar las diferentes hipótesis que van surgiendo a lo largo del es¬tudio. Nuevos datos dan origen a nuevas explicaciones que, a su vez, requieren de infor¬mación que se debe rechazar o comprobar, verificar e integrar como parte de la inter¬pretación del problema analizado.
En términos de Glaser y Strauss (1967: 45), el muestreo teórico es "un proceso de recogida de datos para generar teoría a partir del que el analista a un tiempo recoge, codifica y analiza sus datos y decide qué nuevos datos debe recoger y dónde debe encontrarlos, en orden a desarrollar una teoría emergente". En realidad, el proceso de se¬lección de datos está controlado por el propio desarrollo de la teoría; cuando se recogen las primeras informaciones el investigador es probable que sólo cuente con algunas preconcepciones teóricas que guían su trabajo, pero tras reunir esos datos ya puede for¬mular algunas explicaciones y plantear las preguntas que guíen su trabajo ulterior. Es¬tos autores se refieren a este hecho diciendo que los investigadores, antes que estrate¬gias de muestreo estadísticamente depuradas, deberían desarrollar una sensibilidad teórica, es decir, una capacidad para buscar en los datos la respuesta a las preguntas que explican la realidad estudiada.
Dos son las cuestiones básicas que guían el muestreo teórico: ¿qué grupos o sub-grupos suponen un cambio en la siguiente recogida de datos?; y, ¿en respuesta a qué propósito teórico? (Glaser y Strauss, 1967: 47).
El criterio básico desde el que se realiza la selección de los grupos de com¬paración para descubrir teoría es, según estos autores, su relevancia teórica para el posterior desarrollo de las categorías emergentes. Un nuevo caso o grupo se elige en la medida en que aporta datos nuevos y significativos para explicar las hipótesis plantea¬das hasta ese momento. No es el azar ni son los atributos característicos del informante la clave para seleccionar cada nuevo informante o grupo de informantes o cada nueva institución social, lo que verdaderamente determina esa selección es la capacidad de tales informantes para ofrecer un cambio o una manera diferente de interpretar la reali¬dad respecto a la ya conocida. Se produce en el estudio, como consecuencia de esta estrategia, la continua inclusión de casos capaces de proporcionar explicaciones dife¬renciadas y de permitir el análisis comparativo base de la formulación teórica.
El análisis comparativo se realiza a diferentes niveles. Así, podemos hablar de un nivel conceptual asociado a la selección de cada nuevo informante o grupo, que resulta fundamental para determinar el tipo de comparación -más simple o más sustantiva- que puede realizar el investigador con los datos y la formulación misma de las hipótesis de trabajo que jalonan su estudio. Pero, al mismo tiempo, es preciso hablar del alcance explicativo que los datos tienen en relación con el contexto educativo del que tales infor¬mantes o grupos forman parte. Y, por último, la comparación de los grupos también ofre¬ce simultáneamente maximización y minimización de las diferencias y similitudes de los datos que aluden a las categorías de análisis que están siendo estudiadas en cada caso. Al minimizar las diferencias entre los grupos que están siendo comparados se incremen¬ta la posibilidad de que el investigador recoja muchos datos similares sobre una categoría de análisis dada, al tiempo que ayuda a establecer un conjunto definido de condiciones que caracterizan a una categoría. Al maximizar las diferencias entre los grupos de com¬paración, se incrementa la probabilidad de que el investigador recoja diferentes datos relativos a una misma categoría. En el cuadro 7.1 se presenta un esquema comparativo que analiza las consecuencias de los procesos de maximización y minimización.





Cuadro 7.1: Consecuencias de las diferencias entre la minimización y la maximización en la comparación t pupos al generar teoría (Glaser y Strauss, 1967: 58).
El proceso comparativo se detiene cuando se alcanza, lo que Glaser y Strauss 57: 61-62) denominan saturación teórica. El investigador que sigue una estrategia como el muestreo teórico continuamente está trabajando con múltiples informantes o grupos, implicados en múltiples situaciones educativas. Es un trabajo que requiere no poco esfuerzo comparativo por parte del investigador, que debe valorar cuántos informantes o grupos debería seleccionar para contrastar cada hipótesis o parte de su teoría, La saturación teórica de la categoría es, precisamente, el criterio para juzgar cuándo debe detenerse el proceso de selección de los diferentes grupos o informantes que tienen que ver con una categoría de análisis. La saturación, en el contexto de significado que estamos definiendo, viene a significar la imposibilidad para encontrar nuevos datos que añadan nuevas propiedades a una categoría. Alcanzada ésta la búsqueda de nuevos contextos y situaciones, o el trabajo con nuevos informantes y grupos, no proporciona ninguna novedad explicativa.
Cuando una categoría de análisis se satura el investigador trabaja para conseguir nuevos grupos que aporten datos a las restantes categorías de análisis, en un intento de lograr una saturación de todo el esquema interpretativo desarrollado en el transcurso de la investigación.
Este tipo de estrategias de muestreo está especialmente recomendada en aquellas situaciones de investigación en las que se pretende documentar perspectivas particulares ante un problema o proporcionar una interpretación holística que analice en profundidad las interdependencias observadas entre diversos elementos de un mismo contexto (Pat-ton, 1980). Resulta muy útil cuando se combina con algún diseño de estudios de casos múltiples. Este tipo de diseño supone utilizar "grupos de comparaciones múltiples para encontrar los tipos de estructuras sociales que hacen que una teoría o subteoría pueda ser aplicable" (Miles y Huberman, 1984:151). En realidad, se responde al propósito de in¬crementar el alcance de cada estudio al tiempo que se asegura cierta lógica de replicación de los hallazgos. Entendemos que la consideración de casos múltiples incrementa los grados de libertad y hace más plausible cualquier intento de generalización, dado que puede establecerse el rango de generalidad de un hallazgo o explicación y, al mismo tiempo, concretarse las condiciones bajo las que puede darse esta explicación.
Cada uno de los casos de una investigación de este tipo sería, en realidad, un es¬tudio total, en el que se persigue evidencia en función de hechos y conclusiones relacio¬nadas con ese caso; las conclusiones de cada caso son, más tarde, consideradas como información necesaria para la replicación con otros casos. De cada caso se eleva un informe en el que se recogen las proposiciones particulares demostradas (o no demos¬tradas). El cruce de casos indica el alcance de la lógica de replicación y explica por qué ciertos casos pueden predecir algunos resultados, mientras otros casos son buenos predictores de los resultados contrarios (Yin, 1984: 52).

2.3. Selección de muestras

Alude a un conjunto de decisiones relacionadas con el cuándo de la observación (duración total, distribución del tiempo o especificación de un punto de observación) que afectan a su representatividad.
En un proceso de observación debe especificarse la duración total de dicho proceso, además de la distribución del tiempo de observación. Este último elemento está condicionado por el objetivo de la observación y determina en buena medida la estrategia de recogida y registro a utilizar por el observador.
A )Selección por períodos de observación.
Su objetivo es el de especificar los limites generales dentro de los que se sitúan acontecimientos observados. Esta selec¬ción permite recoger información a través del tiempo (longitudinalmente) y en muchos momentos diferentes. Por tanto, facilita el acceso al orden temporal en que se manifiesta una conducta, permite "seguirla".

Las decisiones que deben adoptarse en este tipo de selección aluden a: la duración de las observaciones (un curso escolar, una hora, 30 minutos); su secuenciación (pe. desde que se inicia hasta que concluye una jornada escolar); y la distribución a lo largo del tiempo (p.e. todos los jueves, las tres primeras y las tres últimas semanas de curso-

Los problemas que pueden abordarse desde esta selección de muestras son los relativos al desarrollo de un proceso, actividad o programa educativo: ¿cuándo se inicia la actividad escolar?, ¿cuáles son las bases desde las que trabajan los grupos de alumnos?, ¿cómo se enseña a leer?

b) Selección por intervalos breves. Su objetivo es el de permitir que mediante la observación pueda explorarse una conducta específica. Las decisiones que deben adoptarse en este tipo de selección aluden a: cuánto debe durar el período de observación ( p.e. 30 minutos); cuándo comienza la observación (p.e. a partir del minuto 10 de clase) y cuantos intervalos deben tomarse como muestra a fin de que sean representativos (p.e. Intervalos de 3, 5, ó 10 minutos).
Los problemas que pueden abordarse desde esta selección de muestras son de r específico, de modo que la observación no proporciona respuestas explicativas si no solo descriptivas: ¿cuál es el porcentaje de tiempo que dedican los alumnos a reflexionar sobre el enunciado del problema vs. el porcentaje de tiempo que dedican a su resolución?
Debe tenerse en cuenta al utilizar esta selección cuál es la unidad de información adoptada en cada caso: la conducta, la conducta y el periodo de tiempo en que aparece… no hacer esta especificación puede llevarnos a contabilizar las frecuencias de aparición conducta en las que no se diferencie entre una sola manifestación conductual 15 segundos y cinco manifestaciones de esa conducta cada 3 segundos.

c) Selección de intervalos breves de tiempo. Su objetivo es el permitirnos explorar la aparición efectiva de una conducta o un acontecimiento específico. La descripción observacional aquí es tan simple que a través de ella sólo conocemos cuántas estado presente o ausente determinada conducta.
Las decisiones que deben adoptarse en este tipo de selección aluden al número s de muestreo dentro del período global de observación y a la duración de cada sección.
Los problemas que pueden abordarse desde esta forma de selección son los relativos a un recuento o enumeración de conductas. Así, p.e. ¿existen actividades divergentes en los primeros momentos de clase (10 primeros minutos), ¿Cuantas actividades individuales realizan los miembros de un grupo durante un trabajo colectivo?
Método de muestreo
De aquí se deriva el problema de la muestra; el método de muestreo es una parte de las unidades de análisis sobre las cuales se ha aplicado algún criterio de selección, con el fin de investigar ciertas características del universo total. Aquí es necesario aplicar una técnica de acuerdo con los objetivos del proyecto de investigación. El problema consiste en garantizar que la muestra o el subconjunto sea realmente representativo de la población total o universo.
Diseño de la muestra de la investigación cuantitativa
Una vez que surje el problema, que el investigador ha formulado su hipótesis, que cuenta con las variables y que ha determinado cómo las va a controlar, deberá elegir el diseño más apropiado para su trabajo. En razón de que existe una amplia bibliografía al respecto, abordaremos someramente el tema y el lector interesado puede recurrir a diferentes trabajos que incluimos en la biblio¬grafía general.
Para elegir el diseño, se necesita conocer el tamaño de la muestra. Se en¬tiende por población el conjunto de personas, sucesos o cosas con respecto a las cuales el investigador desea generalizar los resultados de su indagarían
Muestra es una parte o un subconjunto representativo de esa población que deseamos estudiar. Muestreo es el método para seleccionar las unidades de in¬vestigación. Por lo común, estas unidades son escogidas al azar, de tal forma que todos los objetos o sujetos puedan tener las mismas posibilidades de ser seleccionados como elementos representativos de la población que se estudia.
En las ciencias sociales, los diseños a los que más se recurre son:
1. Diseño de una sola muestra: se utiliza principalmente en estudios descripti¬vos o exploratorios, cuando es necesario conocer algunos aspectos relativos a una población, por ejemplo: enfermedades más comunes, nivel de ingre¬sos o estudios, ocupación, etcétera. Otra forma de utilización es cuando se realizan experimentos y se considera a la muestra como grupo experimental y a la población como control.
2. Diseño de dos muestras independientes: se usa cuando se poseen dos muestras aleatorias independientes una de otra, dos grupos diferentes que pueden ser de la misma población o de poblaciones distintas. Este tipo de diseño se emplea tanto en laboratorio como en campo.
3. Diseño de dos muestras relacionadas: aquí los sujetos que forman parte de la muestra no fueron seleccionados independientemente unos de otros, sino que existe una serie de puntos que los relacionan; en muchos casos, los mismos sujetos se estudian en diferentes investigaciones, por lo que deben funcionar como control y como experimental. Así se usan el pretest y el postest, investigación de antes y después.
4. Diseño de más de dos muestras independientes o relacionadas: en el primer caso, el diseño se asemeja al de dos muestras independientes, pero se cuenta con varios grupos para establecer comparaciones, mientras que en el diseño de dos muestras independientes, solamente se cuenta con dos grupos. En el otro caso, el diseño de más de dos muestras relacionadas es idéntico al de dos grupos relacionados, con la diferencia de que se tienen más de dos muestras relacionadas con alguna variable. Es un diseño complicado cuan¬do se trabaja con varios grupos, por lo que se aplica cuando se utiliza el mismo grupo en diversas situaciones.
5. Diseño factorial: la conducta de los seres humanos es producto de múltiples causas y, por lo común, nunca se puede atribuir a una sola. El diseño factorial permite abordar un conjunto de variables independientes; estos diseños se denominan de acuerdo con el número de variables y de los va¬lores de ellas por ejemplo: 2X2, 2X3, 3X4, etcétera.
Un buen instrumento de medición o recolección de datos debe contar con cier¬tos requisitos, como los siguientes:
1. Requisitos prácticos:
• Facilidad de construcción.
• Facilidad y economía de aplicación.
• Facilidad de interpretación de los resultados.
• Contar con bajo costo.

2. Requisitos técnicos:
a. Validez las técnicas de recolección de datos, para ser útiles, deben pro¬ducir información libre de errores sistemáticos, o sea, información vá¬lida.
b. Validez de contenido es el grado con el cual el instrumento contiene, examina o es representativo de los aspectos que pretende evaluar.
c. Validez de criterio es el grado con que un instrumento mide un aspecto llamado criterio externo, identificable, medible y de utilidad práctica.
d. Validez de constructo es el grado con el cual un instrumento mide un rasgo de conducta o dimensión no bien definida o identificable y sobre el cual no existen criterios externos disponibles para validar el instru¬mento de estudio.
Confiabilidad: exactitud y estabilidad de los resultados obtenidos al aplicar un instrumento. Esta cualidad es determinable cuantitativamente, según las carac¬terísticas del instrumento por medio de tres métodos:
a. El método de las pruebas paralelas, que consiste en elaborar dos pruebas semejantes, aplicarlas a un mismo grupo y comparar los resultados.
b. El método de test y retest, que se utiliza para instrumentos que pueden apli¬carse varias veces a los mismos sujetos (sin que los resultados sean afectados por la repetición de su aplicación).
c. El método de la división por mitades: se basa en aplicar el instrumento una sola vez y comparar los resultados obtenidos por dos mitades equivalentes. Este método se aplica cuando no se pueden aplicar los dos métodos ante¬riores.
Las normas: son la posibilidad que tiene un instrumento de ser administrado de forma válida a un conjunto relativamente numeroso de sujetos; en una palabra, son la capacidad de generalización del instrumento, así como la característica de estandarización que tienen los instrumentos y que se conforman por las tablas de instrucciones precisas que permiten comparar los resultados obtenidos por un sujeto con los resultados que pueden obtener, en promedio, con los resultados de un universo, con características específicas de una región o país.
Para concluir con la metodología cuantitativa, es necesario considerar que las técnicas estadísticas sean útiles para aplicarlas a fenómenos más bien está¬ticos, con elementos mecánicos y sin grandes relaciones entre sí; además, resul¬tan inadecuadas para fenómenos complejos y con alto grado de interacción.
En relación con la estructuración resulta importante abordar el tema pen¬diente de las estrategias, para realizar la revisión bibliográfica referente a la estructuración o desarrollo del marco teórico del trabajo de investigación.